reflexiones en su clase
Acá no se gana para la olla. La guitarra te da
la inmediatez de una monedita en una lata.
La palabra, la imagen, la manía de manchar un pizarrón con el aliento de cada mañana, y entregarme, indefensa, con el hambre atado a la emoción por dar, nada trae para la cena.
Estas manos tibias no pueden explicar, a las tripas de mi hijo, el hambre por ser hijo de un poeta.
La palabra, la imagen, la manía de manchar un pizarrón con el aliento de cada mañana, y entregarme, indefensa, con el hambre atado a la emoción por dar, nada trae para la cena.
Estas manos tibias no pueden explicar, a las tripas de mi hijo, el hambre por ser hijo de un poeta.
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